Hasta hace algunos años, el tema del sueño y la memoria
habían sido analizados únicamente como factores independientes. Gracias a la
evolución de la psicología y surgimiento de nuevas líneas como las
neurociencias, se crea la relación causal entre estos dos temas.
La psicología actual nos habla de dos etapas del dormir,
sueño MOR y sueño no MOR o REM, donde se lleva a cabo la consolidación de la
memoria y la decodificación de la información adquirida durante el día. Entre
las investigaciones más actualizadas al respecto, podemos encontrar algunos
debates. Les presento dos realizadas en ratas, que serán fundamentales en mi
investigación. Uno por Inostroza et alt. (Jan2013) quien demuestra las
consecuencias positivas del sueño en la memoria episódica y espacial, mientras
que el realizado por Kumar, Tankesh y
Jha, Suchil (Oct2012) si bien resalta la importancia del sueño, nos dice que la
privación del mismo puede reducir ansiedad ya que las memorias negativas no
quedan bien consolidadas, siendo esto benéfico, aun habiendo daños en memoria
de otro tipo. Ahora bien, en la investigación con humanos, Lahl et alt. (Mar2008)
afirma que una pequeña siesta durante el día tiene ventajas ya que inicia la
consolidación de la memoria incluso si el sueño es interrumpido, y este proceso
continuará durante un rato en vigilia. Por ende, es probable que en los humanos
las memorias negativas sí queden consolidadas satisfactoriamente, contrario a
las ratas. En investigaciones más específicas, Ertelt et alt. (Dec2012) afirman
que durante el sueño existe una línea de integración capaz de discernir entre
una distracción y el foco de atención, y una segunda de Trudeau et alt. (2012),
aplicada específicamente a adolescentes, demuestra las ventajas del dormir en
la memoria auditiva declarativa. Estas investigaciones demuestran que si bien
hay un acuerdo en las ventajas del sueño en la memoria, aún hay muchas
variables por analizar en esta relación, incluyendo las ventajas que podría
tener la privación del sueño en ciertas situaciones.
El siguiente artículo de investigación
propone observar las consecuencias de la falta de sueño en ratones con pocas
semanas de edad en cuanto a su memoria motora espacial. El curso de la
investigación y su metodología serán guiadas por el Dr. Julio César Penagos.
La hipótesis establecida es que
tras tener alrededor de 18 horas de privación de sueño, los ratones sufrirán
notables daños en la memoria espacial motora.
Metodología (de acuerdo a la
establecida por APA American Psychology Association):
a)
Sujeto: Seis ratones
NIH machos con 8 semanas de nacidos e ingenuos experimentalmente.
b)
Instrumento:
Dispositivo de privación de sueño y laberinto de Morris (aproximado).
c)
Procedimiento:
1.
Se somete a los
sujetos al laberinto de Morris 4 veces con el fin de identificar a los más y
menos hábiles para determinar el grupo control y el grupo experimental,
poniendo a uno de los más hábiles y a uno de los más débiles entre los demás.
2.
Se induce a una
privación de sueño de entre 16 y 18 horas.
3.
Se somete nuevamente a
los sujetos al laberinto de Morris 8 veces y se cuantifican los resultados.
4.
Se lleva a cabo una
comparación entre los resultados preliminares y posteriores a la privación de
sueño.
Alcance: limitado al tamaño de la
muestra (ya que sólo se utilizarán 6 ratones), cepa y sólo aplica para la
evaluación de la memoria espacial motora. Además, se acota sólo a la
metodología de la prueba anteriormente presentada y al tiempo establecido de privación
de sueño. Por lo tanto, los resultados se reducen a un ensayo experimental.